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27/6/12

La historia del Error 404

¡Hola lectores! ¿Cómo acontece su aventurada e impecable existencia? ¿Bien? Espero que así sea. Yo hoy vengo a contarles una historia sin importancia para el mundo, ni para ustedes, ni para nadie, pero que el final tiene su toque interesante: El origen del error 404. Bueno, y ahora hablando cobre mi deuda de 16 entradas, les digo que ya veré qué hago el fin de semana para reponer cuantas pueda. Hasta entonces, habrá que quedarse con una entrada diaria, así que vamos a esta.

Muy bien, cualquier persona que tenga medio conocimiento básico primario elemental sobre los extensos y relucientes bordes inalcanzables del internet, sabe que hay veces en las cuales un archivo que creíamos que es real, no lo es, y por ende, al intentar acceder a él, nos sale una pantalla notificándonos la ausencia del archivo. A este error que se basa en no encontrar el archivo solicitado, se le conoce como "Error 404". Pero, ¿Por qué se llama así? ¿Es un número maldito? ¿El casillero de Timmy Turner era ese número? ¡Vamos a la retrospectiva!
Todo inicia en la implementación del internet a la vida, y con ella, un nuevo mundo de posibilidades. ¿Cuáles posibilidades? E-mail, usenet, IRC, y de las más importantes, la "World Wide Web" (En pocas palabras, ese 'www.' que ves antes de 'piruletavencida'). WWW fue desarrollado por los científicos de la CERN (Vamos, Google sabe lo que es si tú no sabes), abriendo aún más puertas y posibilidades al internet. 
Por supuesto (Como le ocurre a todo mundo), CERN era propensa a fallar múltiples veces, al igual que acertar en sus proyectos, así que en cierto año decidieron unirse los integrantes en un pequeño edificio de operaciones centrales, donde se asentaron a trabajar en cientos de pruebas de mejoras a WWW. Y bueno, ahora es cuando inicia lo interesante. En el cuarto piso de ese edificio, se encontraba la base central de todos lo datos (TODOS) que se almacenaban en WWW, y en cierta habitación llegaban pedidos de archivos, ya fuesen imágenes, archivos, etc. Cuando los pedidos llegaban, dos o tres personas se encargaban de buscar, a través de la inmensa base de datos que poseían, los archivos deseados, y por supuesto los enviaban al usuario. "Esto... ¿Dijiste personas?" En efecto, dos o tres personas eran encargadas a esa habitación, a buscar de la manera más antigua (Según ahora) los archivos buscados. ¿La importancia de esto? Que el número de la habitación era 404. (¡Tan tan TAAAN!)
Y bueno, todo era maravilloso, hasta que la red empezó a crecer, como era de esperarse. Pronto el tabajo de buscar archivos se volvía algo que fijo te incitaba a cortarte las venas, y es por eso que se implementó un sistema automático diseñado para mostrar un mensaje en caso de no ser encontrado un archivo. El mensaje era: "Room 404: file not found". Era practicamente un mensaje directo a los usuarios por parte de las personas de la habitación 404. El uso de ese mensaje facilitó considerablemente el trabajo de los buscadores, ya que cada vez más gente sin familiarización con el sistema  iba saliendo de la nada, enviando peticiones erróneamente escritas o de archivos ya eliminados.
Con el tiempo, se eliminó por completo la mano humana del proceso de búsqueda de archivos automatizados en el cuarto piso. Pero, el mensaje seguía siendo el mismo, y ha prevalecido hasta ahora.
Pss... ¡Vamos al relleno! 


Están los bonitos...

Y los aburridos limitados a texto

Supongo que no hay mucho más que agregar, solamente que yo no estuve presente en los origenes de WWW, así que no sé con total certidumbre la veracidad de esta historia. Pero será cosa de cada quien creerla o no. Además, hay otras historias más serias y menos "casuales" como esta, como la que dice que del 404 el primer número (4) significa "error del cliente", y los dos siguientes (04) el tipo de error, "archivo no encontrado". Depende de cual prefieras.

Y bueno lectores, yo me despido por ahora, que tengo este enorme trabajo que terminar (Tal vez no lo sea ahora, pero en un futuro dormir será un trabajo...). Espero que les haya sido agradable la nota, y les haya gustado. Recuerden alimentar a los peces, recomendarnos con TODOS, regalar piruletas a los niños del mundo y recordar que el desinfectante bucal puede causar un ardor digno del llanto. Que Cupido os vele, tórtolos. ¡Hasta luego!

-Guille-

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