¡Hola lectores! ¿Cómo transcurre su admirable y trasendental vida? Espero que muy, pero muy bien. Verán, si no mal recuerdo, el último viernes no cumplí con mi historia friki, como debía, así que aquí la traigo, para su colectivo deleite. Y bueno, si no te gusta, toma una piruleta, hazla añícos con un martillo, y luego pon los diminutos trozos en líneas, coge una pajilla, ponla en tu nariz, y bueno... Ya sabrán luego qué viene... ¿Vamos a la historia?
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La habitación era de
tenue luz y frío ambiente, las paredes cubiertas por numerosas figuras pintadas
en ellas. Las antorchas estaban iluminando cuanto podían, su fuego estaba a
punto de extinguirse. Algunos insectos rondaban por toda la habitación, ninguno
de ellos parecía saber qué hacían en ese lugar, así que simplemente seguían la
descendente luz del fuego. Cokhmah miró la cara se Chesed por unos segundos, y
luego continuó hablando.
-¿Kéter sabía esto?- Dijo
en voz baja, probablemente no intentaba llegar a oídos equivocados. Sus ojos se
quedaron estancados en los ojos de Chesed. Cokhmah le extendió un trozo de
papel a Chesed, quien lo guardó en su bolsillo.
-Eso es lo que supongo,
mas no puedo asegurarte nada, por lo menos no por ahora- Desvió su mirada hacia
la cerrada puerta, esperando por cualquier sonido proveniente del pasillo
exterior. Fue víctima de un pequeño escalofrío -No puedes decirle esto a nadie,
por lo menos no por ahora.
-No sería prudente
atacarle de frente, ¿No? No podemos perdonarle el daño ocasionado a los
Sephiroth en general- Dijo Cokhmah, levantando la mirada al techo, el cual
desapareció poco a poco, dejando admirar un perfecto cielo nocturno lleno de
estrellas que revolotearían alegremente por la mente de cualquier espectador.
Chesed se estremeció
-¿Qué no pones atención a lo que te digo? ¡El tipo es demasiado fuerte! No
podemos atacarle, por lo menos no por--
-Chesed, sé que estarás
nervioso, pero deja de decir “Por lo menos no por ahora”, o me pondrás nervioso
a mi.- Cokhmah entonces se puso de pie y le lanzó una mirada furtiva a su
acompañante -Será mejor que partamos ahora, o alertaremos a los demás. Además,
tengo mucho que meditar sobre esto.- Chesed asintió y se puso de pie, también,
y caminó hacia la puerta.
-No olvides, yo no te he
dicho nada- Le dijo a Cokhmah, ya detrás de la puerta, listo para alejarse.
-¿Haberme dicho qué?-
Chesed forzó una pequeña risa, y cerró la puerta. Cokhmah apagó las antorchas y
se sentó en el suelo. Estaba frío y con varios bichos que se arrastraban en
todas direcciones. A pesar de esto, Cokhmah cerró los ojos y pensó un momento. ¿Quién lo diría? El pequeño hijo de los
Fullmoon es capaz de semejantes actos. Tengo que visitarlo a él también… A todo
esto, me pregunto como estará transcurriendo el entrenamiento de Teho.
Sonrió y cayó en un profundo sueño.
Mientras allí, en el
templo de los Sephiroth era de noche y las estrellas dominaban el cielo, lejos
de allí, en Mirh, apenas eran horas de la mañana, y el frío se sentía en una
particular zona del bosque. Cerca de la zona este del bosque, Darrel Gray había
llegado a un punto asombroso de poder, liberando su verdadero elemento. Una
batalla entre él y Cloud era llevada a cabo.
-Así que este es tu
verdadero poder, ¿Eh? He de decir que no estoy impresionado, te he visto
utilizarlo hace unas horas en el bosque. No te tengo miedo- Cloud corrió hacia
Darrel, quien le veía fijamente. No pensó dos veces antes de cargar su pierna
derecha con agua -¡Water Kick!- La
patada voló a una asombrosa velocidad, pero falló por unos centímetros. Cuando
Cloud se dio cuenta, ya era demasiado tarde para ver que después de evadirla,
Darrel detuvo la patada. Cloud estaba más que preparado para este caso, y tenía
preparada la pierna izquierda -¡Water
Kick!- Esta vez Cloud logró impactar levemente a Darrel, mas no significó
ningún daño mayor en él. Darrel retrocedió.
-¿De dónde sacaste el
impulso para dar una patada sin el soporte de tu otra pierna?- Darrel seguía
con apariencia aburrida, mas eso no era lo que sentía. Se sentía poderoso,
rebosante de energía para utilizar deliberadamente. A pesar de esta energía, le
asombró el audaz movimiento de Cloud.
-¿No te has dado cuenta?-
Le respondió Cloud -No es que yo use mi fuerza para lanzar patadas, todo es
obra del movimiento que ejecute con el agua- Todo pareció lógico ahora para
Darrel. Cloud no necesitaba del soporte de su otra pierna para mover la
derecha. Era tan simple como dejar que el agua le moviera sus extremidades para
alcanzar una mayor velocidad, y por ende, mayor fuerza.
-Muy interesante tu
técnica. Bien, mi turno- Darrel no pudo pensar mucho en lo que haría, simplemente
dejó que su nuevo poder le guiara. Y en efecto, así lo hizo. Darrel corrió a
grandes velocidades alrededor de Cloud, quien le seguía con la mirada, a pesar
de perderlo de vista en algunos momentos. En una de esas ocasiones, Darrel se
apresuró a golpear a Cloud en el rostro, pero para su sorpresa, la mayor parte
de la energía de su puñetazo fue absorbida por una pequeña pared de agua que se
cruzó en su camino. A pesar de esto, Darrel logró dañar un poco a Cloud, y
volvió a retroceder.
-Vaya golpe- Dijo Cloud
-No esperaba que atravesaras mi Water
Wall. Veo que el despertar de tu elemento a traído más que solamente esos
tenebrosos ojos blancos y brillantes- Cloud sonrió y no dudó en correr hacia
Darrel, esta vez recubriendo ambos brazos con agua -¡Aquí termina nuestra
pelea! ¡Sword Dance!- Cloud levantó
ambos brazos, y el agua de sus brazos se seccionó en cientos de pequeños
proyectiles iguales a los de Water Dart.
Todos se levantaron por los aires y luego descendieron hacia la posición de
Darrel. Eran cientos de proyectiles, Darrel solamente se cubrió la cabeza con
los dos brazos. Luego comenzó a pensar, en una fracción de segundo, lapso de
tiempo que a cualquier otro le hubiera parecido de utilidad. Para Darrel fue un
tesoro.
Venga, siento el hielo en mi ser, siento cómo desea
salir, cómo se precipita por mi cuerpo deseoso de salir. Así que sin
más, he de dejarlo salir. Una onda congelante emanante del pecho de Darrel
heló todos y cada uno de los proyectiles
que Cloud había materializado. Y justo cuando se congelaban, Darrel procedía a
hacerlos añicos. Sword Dance había sido detenido, y Darrel había salido ileso.
Cloud vio atónito a
Darrel, mientras se preparaba para caer de rodillas al suelo. Estaba agotado.
-Por suerte para ti- Inició, jadeando intensamente- Sword Dance necesita más de
mi energía de la que te imaginas. Estoy abatido, no puedo seguir.-
-Entonces…- Dijo Darrel,
aún impresionado de su propio poder, sonriendo como un pequeño niño -… No eres tan
fuerte, ¿No?- Sus palabras sonaban confiadas, cualquiera podría decir que Darrel
era el prestigioso ganador de la batalla. Pero no fue así. A decir verdad, si
no fuese porque estaba flotando, Darrel ya estaría en el suelo, debido a la exhaustiva
acción de liberar su hielo. Aún así, estaba demasiado feliz como para pensar en
su cansancio.
-Heh, ¿Bromeas?- Exclamó
Cloud -Esto no es ni la mitad de mi fuerza.- La sonrisa de Darrel lentamente se
desvaneció, confundido. ¿Qué quería decir Cloud? Se hallaba de rodillas en el
suelo, jadeando forzosamente, su rubio y largo cabello más que empapado en
sudor. Darrel no podía creer que ese no fuera su límite.
-¿A qué te refieres? ¡No
puedes ni levantarte!- Darrel preguntó, mas no tuvo tiempo de una respuesta.
Antes de que se diera cuenta de lo que ocurría, una patada de fuego le dio de
lleno en la cara, lanzándolo algunos metros de longitud. Darrel sintió como su
fuerza se iba, poco a poco de su cuerpo. Se esforzó por ponerse de pie, y al no
estar ya en su modo super-poderoso, ya no flotaba, y los aros en sus manos se
habían ido. -Mi nueva fuerza absorbió casi todo el golpe, pero en pago se ha ido.-
Darrel tenía la mirada baja, y estaba a medio levantar, apoyando su brazo en su
flexionada pierna derecha, mientras la izquierda descansaba en el suelo,
tendida. Cuando levantó la mirada, buscó a quien le había atacado. Había
alguien que nunca había visto justo frente a Cloud. Podría decirse que tenía
cerca de cuarenta años, era alto y erguido, un aire severo que iba consigo.
Tenía una cabellera corta y roja, roja como una manzana madura y exquisita, a
la expectativa de alguien que viniese a comerla. Tan roja como la sangre,
también.
-¿Que no te dije que el
asegurador te llevaría no más allá de Water Mag?- Su voz era levemente aguda
pero suave, y ciertamente ruda. -Eres un idiota.
-¿Y si me ayudas?- Le
dijo Cloud, levantando su mano hacia el hombre. -Sabes que no tengo energías para
levantarme-
-Nos vamos ahora- El
hombre tomó por los pies a Cloud, haciendo que este soltara un pequeño “Woah”,
y lo posó en su espalda, cargándolo. -Tú, Coby, vámonos ya.
Coby entonces bajo su
mano que señalaba a Caitlin y Carsten, y corrió hacia la posición del hombre,
listos todos para partir. Caitlin y Carsten cayeron, uno junto a otro.
-Esperen un momento- Dijo
Darrel, jadeando y viendo al hombre y a Coby con una vista ya ligeramente
nublada -¿Quiénes son ustedes? Sé de Cloud, pero no le conozco ni a usted ni a
ese Coby- Pereció ser que el hombre recordó en ese momento que Darrel estaba
allí, y sonrió.
-Oh, si eres el primer
combate de Cloud, ¿No?- El hombre cruzó sus brazos, sin dejar de sonreír ni de
sostener en su hombro a Cloud -Permíteme presentarnos. Yo soy el capitán
Canavar, magnífico Psiquer de fuego. Este pequeño compañero se llama Coby, es
un fascinante Psiquer neutral, su poder es increíble- Canavar le alborotó el
cabello a Coby un momento, luego siguió -Y junto a Cloud, formamos el equipo Water Torch. Y he de decir, que vamos
a ganar- Ahora comenzó a reír, con cierta maldad en su risa.
-¿Water Torch?- Preguntó Darrel,
ante lo cual Canavar calló por un momento, sin dejar de sonreír -¿No pudieron
conseguir un mejor nombre? ¡Demasiado sin-sentido!- La sonrisa se fue de la
cara de Canavar.
-Ese nombre lo sugirió mi
esposa.
-Pues que pésimo gusto
por los nombres.- Respondió Darrel, con ojos cansados y temple aburrido.
-Tú…- Dijo Canavar,
sentido por el comentario sobre su esposa. -No lo dudes niño, cuando Cloud te destroce
en el torneo, nuestro nombre será lo de menos. Hasta entonces, renacuajo.
-Nos vemos enano- Dijo Cloud,
desde la espalda de Canavar. Y dicho esto, partieron hacia la profunda neblina
de lo más recóndito del bosque.
Darrel se sentó, y se
recostó en el frío suelo del bosque. Sintió algo distinto en el frío que se
sentía en el suelo, era como si esta vez le tuviese mejor aceptación, y lo
recibiera sin alertarse. Claro, era un Psiquer de hielo, ¿Cómo podría sufrir
con el frío? Darrel entonces, mientras estaba tendido en el suelo viendo al
cielo, se dio cuenta que estaba más cansado de lo que esperaba, y cayó en un
sueño profundo y relajado.
Cuando Darrel despertó,
se halló en su tienda, con una única iluminación de la fogata encendida en el
exterior. Antes de salir, se estiró y bostezó con toda su energía, dejándolo en
un estado de sueño difícil de manejar, pero que logró controlar, y salió. Allí,
junto a la luminosa fogata, estaban Carsten y Caitlin hablando. Darrel no logró
oír lo que decían, pero cuando salió de su tienda, quedaron callados. Carsten
palideció de repente y se levantó, viendo a Darrel fijamente a los ojos.
Caitlin simplemente veía la fogata. Carsten caminó hacia Darrel, y le sujetó el
hombro.
-Este… ¿Buenas noches?-
Dijo Darrel, sorprendido por la situación. Carsten no tardó en contestarle.
-Darrel… Buenas noches,
supongo- Dijo, pero parecía que aún tenía algo que decir, no soltó el hombro de
Darrel- Mira, lamento haberte fallado. Caitlin también lo siente, es que todo
ocurrió tan de repente, nos tomaron por sorpresa, yo…-Carsten fue interrumpido
entonces por Darrel.
-Oye, no hay nada de qué
disculparse- Dijo Darrel, sonriendo -No es como si hubiese muerto. Además, hice
muy bien al protegerme del ataque.
-Sí claro, desmayándote y
durmiendo por horas, está claro que no estuviste cerca de matarte- Dijo
Caitlin, quien vio a Darrel a los ojos, con los suyos llenos de ira.
-¿Cuál es tu problema?
¡Al menos hice algo!- Respondió Darrel, enojado por la reacción de Caitlin ante
la discusión.
-¡¡Es que dime tú!! ¿Qué
planeabas con salir a luchar por tu cuenta contra otro concursante?- El tono de
Caitlin ya se había elevado mucho, e incluso se levantó -¿Planeabas ganar? ¿Es que
a caso no te das cuenta que el entrenamiento es precisamente porque no estás
listo para ninguna batalla verdadera? ¡Sigues siendo un niño que depende de los
demás!- Caitlin le dio un último vistazo de ira a Darrel, y se dio vuelta hacia
su tienda. Quedaron solos Darrel y Carsten. Darrel quedó de pie, viendo hacia
la tienda de Caitlin, y luego se sentó en donde ella antes había estado.
-¿Qué le ocurre,
Carsten?- Le preguntó a Carsten, con su mirada fija en el fuego.
-Pues ocurre que se
preocupa por ti Darrel, ese es el problema. No te tomes sus palabras a mal, sé que
en el fondo ella está furiosa no contigo, sino con ella, por no poder protegerte
como debió. Tú no estás listo para una batalla, y será un duro entrenamiento de
aquí en más, hemos perdido un valioso día.- Dijo Carsten, mientras se quitaba
su gorra. -Te prometo que te haré el más fuerte Psiquer de Mirh, no importa qué
se interponga en mi camino.- Carsten vio seriamente a los ojos a Darrel, lo
cual le comunicó que la promesa iba en total seriedad y decisión.
-Y yo- Contestó Darrel
-Prometo ser entrenado como el más fuerte de Mirh.- Carsten sonrió y volvió a
ponerse su gorra. Juntó sus manos y siguió hablando.
-Conozco a Cloud desde
hace ya un tiempo, y sé que su elemento es agua. No me explico los restos de
hielo en tu campo de batalla.- Carsten sonrió a Darrel, y este le devolvió una
sonrisa enorme que cubrió gran parte de su cara.
-¡Mi elemento es hielo
Carsten! ¡Al fin lo descubrí!- Darrel se levantó para decirle eso a Carsten, y,
sin dejar de sonreír, siguió. -Pero, es extraño, ¿No un Psiquer es capaz de
controlar el Fuego, el Agua, el Aire o la Tierra? El hielo no es ninguno de
esos…
-Oh Darrel, ¿No recuerdas
cuando Caitlin se decidió a explicártelo todo cuando te transportamos aquí? Hay
casos especiales, en los que un Psiquer es capaz de controlar otros elementos
más allá del círculo normal. Los llamados Psiquers Daha. Hay quien dice que un
Psiquer Daha puede llegar a ser mucho más poderoso que un Psiquer Normal. Y tú,
Darrel, eres uno de ellos.- Darrel de alguna manera ya lo sabía, pero
preguntarlo y recibir una respuesta tan alabadora como esa, lo hizo sentir
bien.
-¡BIEN! ¡HAHAHAHAHAHA!-
Darrel estaba más que feliz de tener su elemento listo para entrenamiento. Un “Cállate”
desde la tienda de Caitlin le hizo callar, y preguntar en voz baja a Carsten. -¿Cuándo
inició mi entrenamiento elemental?
-Mañana, evidentemente-
Dijo Carsten, levantándose y estirándose -Justo ahora tu cuerpo no sabe
procesar tu elemento, y por ende te cansarás al primer ataque que realices.
Iniciar mañanas es, por mucho, una excelente opción. Muy bien Darrel, nos
veremos mañana, en tu entrenamiento.- Carsten sonrió y se dirigió a su tienda.
Darrel hizo lo mismo, y
fue a su tienda. Durmió con una sonrisa grabada en su rostro, esperando que el
día siguiente fuera de los mejores que haya vivido. El frío no le molestaba ya.
Episodio 8 - Cloud y Hielo => FIN
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Bueno lectores, eso ha sido todo por hoy (Sí, lamentablemente todo por hoy, he escrito ya mucho, me duele la espalda y tal...). Recuerden alimentar a los peces, recomendarnos con TODOS, y tomar sus vitaminas todos los días. Les diría algo para comer, pero de veras que mi espalda me daña tanto que no puedo pensar si quiera... Que Chesed os guíe en la vida. ¡Hasta la próxima!
-Guille-
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