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30/5/12

Ladrón deja su propio dinero en un atraco a causa de sus nervios

¡Hola lectores! ¡Soy yo de nuevo! Ahora he de venir con una entrada de Irrelevancia para el mundo, para que suelten su "La humanidad está perdida..." del día a día. Para no caer en la excesiva longitud de introducción como lo hice la última entrada, sería prudente que empezaramos de una vez. Por cierto, ya solamente nueve entradas que reponer. ¡Vamos a la entrada!

Verán, en Buenos Aires, Argentina, se llevó a cabo una operación de atraco aparentemente maquinada por el pequeño cerebro de un inexperto ladrón, que le impulsó a lanzar su propio dinero a la dependienta del local a asaltar. "Dafuq did I just read?" Dirán ustedes, pero todo sería mejor si lo relato desde el incio. Es una historia relativamente corta, así que permítanme agregarle dramatismo.
La tarde era cálida, las personas recorrían las calles con tranquilidad, las desdichas eran eliminadas por un momento para caminar y relajarse a merced del radiante sol. La gente disfrutaba abiertamente su día, y en un local de venta de ropa para bebé un hombre entró como cualquier otro cliente.
Se veía relajado, llevaba gafas de sol y una chaqueta de cuero que le quedaba considerablemente grande, ante él una temple de confianza. Caminaba sonriente, y se dirigió a la dependienta.
-Quédate tranquila, no te voy a robar- Dijo, causando una pizca de sospecha en la dependienta que recorrió su cuerpo con tan solamente oir la palabra "Robar". Luego se dió cuenta de sus verdaderas palabras y soltó una pequeña risa seca -¿Podrías mostrarme una bata y un pantalón para un recién nacido?
La dependienta cerró los ojos, aliviada de que no fuése un ladrón. Sonrió y habló. -Por supuesto, si fuera tan amable de seguirme...- Llegaron a la fría sección de los pantalones. Era una sección poco transcurrida en la tienda, los clientes eran sobre todo compradores de camisas. Estaban solos, la dependienta y el hombre. El hombre sacó dinero para comprar el pantalón, y entonces todo dió un giro inesperado.
-Mentí, sí te voy a robar- Dijo, una sonrisa macabra cubriendo su pálida cara. De alguna manera, otros clientes se dieron cuenta de la situación, y alertaron a locales vecinos. Cuando vinieron al rescate, el atraco estaba casi por ser efectuado, cuando el ladrón se percató de los refuerzon, y en la conmoción del momento, aventó los 18 pesos que iba a utilizar para "pagar" su supuesta compra a la dependienta. -Mierda, mierda, mierda...- Y se dió a la fuga.
*De aquí en más, es inventado*
Los dos hombres que llegaron a ayudar, no dudaron en correr para atrapar al ladrón. Ellos eran rapidos, pero no fueron capaces de igualar la velocidad del ladrón mientras subía una pared al estilo parkour. Los dos hombres palidecieron en su fallido intento de ayudar, y se dieron la vuelta para retornar, cuando un fuerte sonido a sus espaldas llamó su atención. El ladrón se había caido de su precipitada escalada. Soltaron risas y atraparon al ladrón, quien se apresuró a concentrar su ki en su mano, y atacó deliberadamente con técnicas monjes chinas... Bueno, ya, suficiente historia.

Bueno, pues así fue, cuando la policía llegó al lugar, no lograron encontrar al sujeto e interrogaron a la dependienta, quien les relató la historia. Hay veces en las que uno se da cuenta de lo inútil que puede llegar a ser la gente, incluso para robar. Bueno, ¡Vamos al relleno!

Relleno...
 Bueno lectores, eso ha sido todo por hoy. Sí, por hoy, no creo poder hacer otra entrada... Pero haré lo posible. No olviden recomendarnos con TODOS, alimentar a los peces, saludar a su vecino todos los días, y recordar que no hay que ser un experto cocinero para hacer Chow Mein casero, basta con tener los fideos apropiados y las verduras deseadas, y cocerlo todo junto. Que Ukko os guarde. ¡Hasta luego!

-Guille-

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